Tomando en cuenta la sostenibilidad social en productos frescos
La sostenibilidad social se puede describir mejor como el deseo de una empresa de “marcar una diferencia positiva en la vida y el futuro de las personas, con un enfoque en su posición en el medio ambiente”.
Los proyectos de sostenibilidad social pueden crear un gran apoyo y comprensión de la sostenibilidad. Bastantes empresas de productos frescos aspiran a convertirse en un socio de la cadena de suministro que marque la diferencia. Pero antes de simplemente sumergirse y comenzar a hacer cosas, es extremadamente importante explorar primero sus valores fundamentales e identificar sus razones para querer adoptar la sostenibilidad. (Consejo profesional: al involucrar a sus empleados desde el principio, puede obtener mucho apoyo para una entrada exitosa en la sostenibilidad social).
Los proyectos de sostenibilidad social se vuelven gratificantes cuando su empresa tiene una participación directa y práctica que le permite:
Asegúrese de que todas las acciones estén en línea con sus valores fundamentales de honestidad, integridad y respeto.
Asegúrese de que el diseño de su proyecto esté en línea con lo que la gente local quiere o necesita.
Inspire el apoyo de su personal demostrando el uso eficaz de los recursos de la empresa.
Capture el proyecto en foto y video, y utilícelo en su comunicación corporativa para inspirar a las partes interesadas externas.
Los proyectos sociales se pueden clasificar en términos generales en tres categorías.
Donación benéfica ad hoc: cuando una empresa dona dinero de forma puntual a una causa benéfica.
Filantropía corporativa: cuando una empresa apoya una causa que intenta resolver un problema continuo. La empresa no tiene más participación directa en la ejecución del proyecto, sin embargo, brinda apoyo financiero a la causa durante un período prolongado.
CSI (involucramiento social corporativo): esto ocurre cuando una empresa desarrolla proyectos prácticos que están en línea con sus objetivos y operaciones principales. La empresa participa en el desarrollo, la implementación y la gestión de dichos proyectos, y en la formación de colaboraciones con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales locales, grupos comunitarios y líderes comunitarios.
Los dos primeros tipos (caridad y filantropía) no requieren una amplia participación activa por parte de una empresa. El apoyo se limita a donaciones financieras y reuniones de la junta. Sin embargo, para establecer, gestionar y tener éxito en proyectos prácticos de sostenibilidad social, una empresa debe ensuciarse las manos.
Para la mayoría de las empresas de productos frescos, crear una estrategia exitosa con respecto a proyectos de sostenibilidad social es un desafío. La naturaleza del comercio mundial de frutas significa que las operaciones de abastecimiento abarcan varios países en diferentes continentes. Por supuesto, es posible seguir la ruta de la filantropía corporativa apoyando a una sola organización activa en muchos países diferentes. Sin embargo, tal enfoque no proporciona la interacción dinámica que la mayoría de los dueños de negocios prácticos requieren para construir relaciones con los productores. Entonces, para tomar buenas decisiones con respecto a los proyectos sociales, uno tiene que entender los problemas sociales de base en los principales países de donde se obtiene la fruta.
Por ejemplo, Sudáfrica tiene un panorama socioeconómico complicado. Existen necesidades sociales, económicas y ambientales generalizadas en un amplio espectro, sin embargo, los especialistas coinciden en que existe un desafío principal en el desarrollo de las áreas rurales. Al otro lado del mundo, en Perú, la pobreza rural tiene sus raíces en las altas tasas de analfabetismo, particularmente entre las mujeres. En Turquía, los gobiernos locales de las zonas rurales están particularmente preocupados por los bajos niveles de compromiso y participación de los jóvenes en la sociedad y creen que mejores actividades sociales y de ocio mejorarían esta situación.
Durante casi 20 años, he estado involucrado en proyectos sociales en países que están “lejos”. Mi participación en proyectos sociales como Stars in their Eyes, Little Libraries, Women Taking The Lead y Balls-n-Books me ha dado una perspectiva que también podría facilitar su entrada en proyectos de sostenibilidad social.
Concéntrese en proyectos que pueda iniciar con su propia gente y sus propios recursos.
Manténgalo simple: los proyectos prácticos y a corto plazo que pueden generar resultados directos son clave.
Concéntrese en “ensuciarse las manos” en lugar de la caridad mediante la donación de dinero.
Participe en proyectos en los que haya beneficios indirectos para la comunidad, a diferencia de los individuos.
Asegurar que los proyectos tengan un apoyo definitivo a nivel comunitario.
Crear sinergia integral formando alianzas con empresas, particulares e instituciones.
Defina las expectativas exactas del proyecto antes de realizar cualquier financiación.
Centrarse en el desarrollo de las personas, en lugar de inversiones en ladrillos y cemento.
Adoptar una posición firme de que los proyectos siempre deben conducir a una mayor armonía social.
Insistir en la buena administración y la adhesión a la integridad financiera.
Nunca participe en proyectos en los que el “funcionario local” quiera hacerse cargo.
Por último, pero no menos importante: creo firmemente que hoy, los proyectos de sostenibilidad social que aborden las necesidades de las generaciones más jóvenes deben recibir prioridad. Es un cliché, pero es cierto: el futuro está en sus manos. Como dueños de negocios, es nuestra responsabilidad colaborar con los jóvenes e identificar proyectos “que se pueden hacer” que podamos apoyar para crear un futuro más sostenible. Además, desde un punto de vista comercial, tiene sentido comercial. Las nuevas generaciones son las que lideran el camino en la creación de tracción y conciencia pública de las empresas y marcas basadas en la sostenibilidad.
Fuente: www.producebusiness.com