Conocer el origen de los alimentos es importante para cierto segmento de consumidores, especialmente en los países desarrollados. Esta tendencia poco a poco irá ganando fuerza hasta convertirse en un requisito básico.

La demanda de trazabilidad de los productos agrícolas ha aumentado significativamente en los últimos años, principalmente debido al aumento constante de los brotes de contaminación microbiana relacionados con ciertos alimentos frescos. Estos brotes afectan la confianza de los consumidores y generan consecuencias negativas para toda la cadena de producción y comercialización.

Por lo tanto, la trazabilidad agrícola se está volviendo cada vez más esencial. No es de extrañar que estén surgiendo leyes para regular el tema, ya que los clientes quieren estar seguros de que los alimentos que comen no les causarán problemas de salud.

Es muy importante resaltar que, hoy en día, gracias a los avances tecnológicos en otras industrias, ya contamos con las herramientas necesarias para establecer sistemas de trazabilidad fuertes e inviolables.

¿Qué es la trazabilidad de los alimentos y por qué es importante?

El término trazabilidad de productos alimenticios es relativamente reciente, surge en 1996 como una respuesta gubernamental a las demandas de ciertos grupos de consumidores en países desarrollados específicos.

Según la Comisión del Codex Alimentarius de las Naciones Unidas, la trazabilidad es “la capacidad de seguir el movimiento de un alimento a través de etapas específicas de producción, procesamiento y distribución”.

El objetivo es evitar que se comercialicen productos que no cumplan con las especificaciones de inocuidad. Además, si surge un problema de salud pública, se puede rastrear un producto para determinar su origen y distribución, lo que permite retirarlo del mercado lo más rápido posible y evitar daños adicionales a los consumidores.

Aunque las directrices de trazabilidad de los alimentos se han aplicado durante mucho tiempo, especialmente en los países desarrollados, todavía quedan muchas mejoras por hacer. Y debemos considerar que, en la gran mayoría de los países en desarrollo, la trazabilidad se encuentra en una etapa temprana, por lo que aún queda mucho trabajo por hacer.

¿Qué herramientas existen para permitir la trazabilidad en la agricultura?

Si bien, en esencia, la trazabilidad de los productos agrícolas implica conceptos básicos que son fáciles de entender, la implementación es más compleja. Requiere la recopilación y documentación de información durante cada etapa de la cadena de suministro de un producto. El principal obstáculo es que actualmente no existe un estándar que cubra todas las etapas de la cadena de suministro.

En el futuro, si un cliente quiere saber de dónde proviene un producto alimenticio que consume regularmente, debería poder acceder a información clave sobre la cadena de suministro. Esto incluiría información como el origen de la semilla, el proceso de siembra, las operaciones agronómicas, la fertilización, el riego, el método de cosecha, la región de producción, el transporte, los intermediarios, el lugar y método de almacenamiento y la huella hídrica.

Aunque las directrices de trazabilidad de los alimentos se han aplicado durante mucho tiempo, especialmente en los países desarrollados, todavía quedan muchas mejoras por hacer. Y debemos considerar que, en la gran mayoría de los países en desarrollo, la trazabilidad se encuentra en una etapa temprana, por lo que aún queda mucho trabajo por hacer.

Fuente: https://www.thepacker.com