¿Quién hubiera pensado que deambular por el pasillo de productos frescos podría provocar una epifanía? Ciertamente no yo.

Eso fue hasta mi reciente viaje a Raley’s, donde mi necesidad de un pimiento me hizo reflexionar sobre nuestra conexión humana. De pie entre las frutas y verduras, contemplando el pimiento naranja brillante en mi palma, pensé en qué otras manos habían jugado un papel fundamental para llevar ese producto a mi canasta.

Como redactor de noticias comerciales, tengo el privilegio de conocer las historias de las personas que trabajan incansablemente día tras día para alimentar al mundo. Esta experiencia me dejó un poco de tristeza por aquellos que no escuchan estas historias conmovedoras y mucha inspiración para asegurarme de que se compartan.

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Tanto Antonio Villalobos como Luis Webb han sido parte de la industria hortofrutícola desde una edad temprana, lo que les ha brindado valiosos conocimientos sobre la industria.

Tal vez, quizá, lo que pueda provocar un poco más de humanidad y conexión – algo que es fácil pasar por alto en el ajetreo de la vida y al separar un poco la atención de las pantallas – sean los productos frescos y la atención sobre los productores que los hacen realidad.

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Esta idea solo se solidificó cuando hablé con Antonio Villalobos, vicepresidente ejecutivo, y Luis Webb, vicepresidente de operaciones de GR Fresh. Ambos hombres forman parte de la tercera generación de la empresa, lo que aporta una nueva perspectiva a la histórica empresa y a la industria.

Desde destacar a las personas detrás de los productos hasta la sostenibilidad y el marketing, estos dos líderes analizan el estado actual de los productos frescos y los desafíos que enfrentan, sin dejar de planificar el futuro. A través de su lente única, esperan alentar a proveedores y compradores a seguir su ejemplo para realizar los avances necesarios.

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El abuelo de Antonio, Juan Gonzales Reyes, fundó GR Fresh hace casi 70 años, brindándole a su nieto una visión de primera mano de la industria y su funcionamiento interno. Lo mismo ocurre con Luis, quien estuvo profundamente inmerso en la agricultura desde que tiene uso de razón.

Desde muy joven también cultivó una auténtica pasión por la industria hortofrutícola. Su combinación de desafíos y recompensas lo mantuvo entusiasmado todos estos años.

Con conexiones tan profundas con la industria de productos frescos, Antonio y Luis están listos para dejar su huella como la generación más nueva de GR Fresh, pero de una manera que celebre a todos los involucrados dentro de la empresa, desde la semilla hasta el supermercado.

Para Luis, esto significa inspirar a más jóvenes a asumir el liderazgo de sus empresas familiares y ser parte de la industria agrícola e incluso sin vínculos familiares.

“Me gustaría ser testigo del surgimiento del talento y la pasión”, afirma. “Existe una narrativa común de que la próxima generación se está alejando de la industria de frescos, a menudo citando una falta de pertinencia o percepción de recompensa. Sin embargo, es fundamental reconocer que esta industria exige personas capaces y apasionadas. Dado que cada temporada presenta desafíos únicos, tener mentes abiertas y diversas es imperativo para encontrar soluciones innovadoras”.

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Ante los crecientes desafíos, la necesidad de adoptar cambios es pertinente para el éxito de los productos frescos en el futuro.

Él cree que crear vías para la tutoría y la transferencia de conocimientos es vital para lograrlo. Conectar a profesionales experimentados con la próxima generación puede proporcionar información y orientación valiosas, haciendo que la industria sea más atractiva y accesible.

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¿Qué mejor lugar para encontrar estos conocimientos que en las mentes de los productores que conocen el negocio y sus campos como la palma de sus manos? Si bien quiere inspirar a la próxima generación, Antonio considera vital destacar a las personas detrás de los productos para mostrar a los consumidores y compradores lo importantes que son los productores para el mundo.

“Creo que los consumidores perdieron el contacto con los productores y todo lo que les pasa. Nombra una problemática y estas tienen un impacto en los productores: cambio climático, tipos de cambio, plagas y enfermedades, problemas con las cosechas”, expresa Antonio. “Hemos dejado de poner como prioridad la producción, y si no tenemos productores que nos suministren el producto, entonces no hay nada después de eso. Debemos ponerlos en el centro y hacer todo en torno a sus necesidades. Si no ponemos a los productores en primer lugar, no creo que tengamos un sistema y productos sostenibles para el futuro”.

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Teniendo esto en cuenta, Antonio cree que incentivos de marketing y ventas más enfocados y orientados a los agricultores son cruciales para hacer entender la importancia de todo lo que hacen los agricultores y trabajadores agrícolas y los desafíos que están superando activamente.

Como señala Luis, las pruebas y tribulaciones que enfrentan los productores representan una seria amenaza para la viabilidad futura de la industria agrícola. Con soluciones y acciones, podría aumentar el número de agricultores que no estén dispuestos a asumir el riesgo.

“La imprevisibilidad característica de la agricultura, combinada con las condiciones fluctuantes del mercado, a menudo significa que los riesgos asumidos por los productores no se traducen sistemáticamente en retornos proporcionales”, informa. “Además, los desafíos en las fronteras, como las complejidades y las regulaciones comerciales, plantean obstáculos adicionales para los productores. Resolver estos problemas puede llevar mucho tiempo y ser financieramente difícil, lo que afecta la eficiencia general de la cadena de suministro”.

“Establecer conexiones con personas diversas, desde agricultores hasta distribuidores y más, crea una comunidad vibrante e interconectada. Cada día trae nuevas oportunidades de colaboración y crecimiento, lo que hace que toda la experiencia sea inspiradora tanto a nivel profesional como personal”.

Luis Webb, Vice Presidente de Operaciones, GR Fresh

Sumándose a estos obstáculos, Antonio señala las preocupaciones ambientales como otro punto débil para los productores y, por lo tanto, para la industria.

“Hemos pasado de temporadas y volúmenes predecibles a volúmenes y temporadas muy imprevisibles. Para los productores se está convirtiendo en un gran desafío predecir cómo será la próxima temporada”, comparte. “Sabemos que ninguna temporada es igual, pero antes podíamos pronosticar un poco mejor. Con todo este cambio climático, las cosas son muy diferentes en cada zona a la que nos movemos. La madre naturaleza ha cambiado bastante las reglas del juego, añadiendo una capa extra de estrés para los productores que ya tienen que adaptarse a las condiciones cambiantes constantemente”.

Ante estos desafíos, nos queda una pregunta. ¿Qué significa esto para el desarrollo futuro de la industria? Si bien no tenemos una bola de cristal en la que mirar, ambos líderes sienten que el panorama de los productos frescos podría ser drásticamente diferente si no cambiamos.

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A medida que la industria evoluciona, Antonio Villalobos y Luis Webb consideran que es importante poner mayor énfasis en las necesidades de los productores.

“Una consecuencia importante es la posible reducción de la disponibilidad de productos. Los desafíos pueden conducir a una disminución en el número de productores dispuestos a seguir cultivando productos frescos. Esta disminución de la oferta puede tener un efecto decreciente en la dinámica del mercado. Con menos productos disponibles, los consumidores pueden experimentar precios más altos por las frutas y vegetales debido a la menor disponibilidad, lo que podría alterar los patrones de consumo y las preferencias”, razona Luis. “Además, los obstáculos que afectan a la industria pueden alterar la estacionalidad tradicional. El cambio climático y los patrones climáticos impredecibles pueden afectar el momento y el éxito de las cosechas, lo que genera variaciones en la disponibilidad de productos específicos durante las diferentes estaciones. Todas estas cosas podrían cambiar las expectativas de los consumidores y obligar a la industria a adaptarse a un mercado más volátil y dinámico”.

Dicho esto, este tren aún se puede desviar con la implementación de ideas innovadoras y planes progresistas, pero requieren paciencia.

“Creo que estamos intentando encontrar soluciones a corto plazo y esperamos resultados rápidamente”, afirma Antonio. “Sin embargo, la producción agrícola no es la industria adecuada para eso. Estás hablando de agua, recursos y mano de obra; toma tiempo. En un mundo donde estamos acostumbrados a hacer las cosas rápidamente, debemos darnos cuenta de que es difícil trasladar la velocidad y la tecnología de otros sectores a la industria agrícola. Eso no significa que los cambios sean ineficaces, sólo tenemos que seguir intentándolo”.

Algunos de los cambios destacados que se están produciendo dentro de la nueva generación de nuevos candidatos son la conciencia y la percepción medioambiental.

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“La generación más joven de líderes es cada vez más consciente del impacto ambiental de las prácticas agrícolas y está incorporando activamente métodos sostenibles en la industria. Estas incluyen adoptar técnicas agrícolas ecológicas, reducir la huella de carbono y promover la gestión ambiental general”, me dice Luis. “Además, el cambio de actitud hacia la apariencia de los alimentos es fundamental. Los líderes jóvenes están desafiando las normas tradicionales que priorizan los productos con apariencia perfecta. Cada vez se reconoce más que las imperfecciones visuales de las frutas y verduras no comprometen su calidad ni su valor nutricional. Este cambio de mentalidad ha reducido el desperdicio de alimentos, ya que más consumidores están dispuestos a comprar y consumir productos que podrían desviarse de los estándares visuales convencionales”.

Para superar los desafíos nuevos y de largo plazo que se presentan en el camino de nuestra industria, la transformación debe comenzar con los productores antes de avanzar a través de la cadena de suministro hasta los pasillos. Sin embargo, todos debemos participar en el proceso, tendiendo la mano siempre que sea posible y abriendo nuestras mentes a ideas innovadoras expuestas por la última generación de líderes.

“Con todo este cambio climático, las cosas son muy diferentes en cada zona a la que nos desplazamos. La madre naturaleza ha cambiado bastante las reglas del juego, añadiendo una capa extra de estrés para los productores que ya tienen que adaptarse a diversas condiciones constantemente”.

Antonio Villalobos, vicepresidente ejecutivo, GR Fresh

Al igual que el viaje de los productos desde la semilla hasta los anaqueles, el cambio debe seguir la misma progresión.

Lo que comenzó con los agricultores plantando semillas terminó en un brillante pimiento naranja en la palma de la mano de un escritor comercial que inspiró la búsqueda de respuestas de dos líderes influyentes. En otras palabras, el cambio no siempre ocurrirá por sí solo; a veces tenemos que buscar los lugares donde se puede implementar y hacer el trabajo nosotros mismos.

Por: Jenna Plasterer

Fuente: https://www.thesnack.net