Columna Mensual: Los Países Árabes
Por Georgius Gotsis
Director de Veggies From Mexico – CAADES
Qatar, Arabia Saudita, Los Emiratos Árabes (Dubai, Abu Dabi, entre otros), Egipto y Kuwait tienen en conjunto un Producto Interno Bruto de $2.504 mil millones de USD y son sin duda una región de oportunidad. Turismo, educación, construcción, innovación, desalinización de aguas y por supuesto, alimentos y bebidas son algunas de las necesidades que estos países importan del mundo. Con más de 160 millones de bocas que alimentar, su demanda por alimentos frescos y de alta calidad aumenta día con día.
Los principales alimentos importados por esta región son cereales, frutas, verduras, carne, azúcar y productos lácteos. Sólo Arabia Saudita importa $2000 millones de dólares de frutas y verduras cada año. Recordemos que, al ser una zona desértica, con altas temperaturas y poca agua, tienen una dependencia importante de países exportadores.
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Específicamente, para los principales productos que sembramos en Sinaloa, según el Observatorio de Complejidad Económica estos países compraron del mundo entre $150 y $180 millones dólares de tomate, más de $50 millones de pimientos y de pepinos más de $30 millones. Los principales proveedores de estos productos son Jordania, Holanda, Marruecos, España e Irán.
Siempre suena atractiva la posibilidad de venderles desde de Sinaloa, pero siendo realistas la logística y costos de envió aéreo serían demasiado altos. Sin embargo, en una visita a estos países en 2016 pude observar berries y aguacates mexicanos en sus supermercados. Quizás, pudiéramos buscar alguna fruta o verdura muy especializada; algún tomate en racimo, algún Mini-Pepper de color, entre otros, que pudiéramos intentar fletear por avión.
Desde mi punto de vista tanto en los Países Árabes, con en Asia e incluso Europa, debemos de buscar “oportunidades temporales” de negocio para nuestros productos. Por ejemplo, recuerdo en febrero 2017 visitando Fruit-Logistica en Berlín, conocí al presidente de los productores de Malla Sombra de Almería, y me comentaba como en ese momento por diversos temas, sus calabazas italianas se estaban vendiendo en Inglaterra por $50 dólares la caja. En Sinaloa, en ese mismo momento, las calabazas se estaban tirando tenían un precio de $4 dólares en frontera. Con ese diferencial, si se hubieran tenido conocimientos logísticos, fitosanitarios, de mercado y financieros, un productor Sinaloense hubiera podido “hacer su agosto” exportando, incluso vía aérea, sus calabazas a Londres.
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Este tipo de situaciones se dan todos los días con diferentes productos alrededor del mundo por temas climáticos, de mercado, por problemas de rendimientos, entre otros. Y es ahí, donde se pudieran dar oportunidades de oro.
Con el uso del Big-Data, el Blockchain y la Inteligencia Artificial será cada día más sencillo “join the dots” que simplifiquen conocimiento, oportunidades, logística, comercialización y pagos. Esperemos un día poder vender tomates, pimientos y pepinos Sinaloenses no solo en Norteamérica, sino en todo el mundo.