Columna mensual: Capital de Riesgo & Startups
Generalmente cuando escuchamos de capital de riesgo o startups lo relacionamos con empresa de tecnología, con un “garage” en Silicon Valley y un par de jóvenes sonrientes y con lente grandes. Y si, en efecto, son en su mayoría apuestas a la riesgosa tecnología. Sin embargo, si hay una industria con riesgos, es la de la producción de alimentos, incluyendo hortalizas y frutas frescas. Y como en todo negocio, generalmente un gran riesgo viene acompañado con la posibilidad de una gran oportunidad.
¿Existe el capital de riesgo para la agricultura? Aparentemente sí, pero no necesariamente para la producción de los alimentos, sino para todo lo que rodea y provee esta industria. Para que se den una idea la magnitud, algunas publicaciones en 2022 calculan la inversión en AgriFoodTech en $29 mil millones de dólares.
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¿Cómo funciona un venture capital? Generalmente busca inversionistas que aceptan riesgo a cambio de un mejor retorno y que estén dispuestos a dejar su capital por tiempos prolongados dentro de la inversión y así alcanzar los rendimientos esperados. Estos fondos a su vez analizan empresas en donde invertir, o las compran o incluso crean sus propias empresas. Siempre con la conciencia y expectativa que algunas fracasarán, otras darán resultados positivos, pero casi siempre con la intención de que una de ellas se convierta en unicornio, es decir que alcance ventas por arriba del billón de dólares.
Haciendo un poco de investigación me encontré con AgFunder un Venture Capital (VC) dedicado al capital de riesgo que invierte en startups que vienen a revolucionar el sector. Y si, fue fundada en Silicon Valley en 2013; ha generado 3 fondos con sus respectivas rondas de inversión y actualmente están en una cuarta ronda. Decenas de empresas relacionadas con los alimentos y la agricultura han recibido capital de este VC. Me gustaría compartir detalles de algunas de ellas que me parecieron interesantes.
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Rarabird fue parte del primer fondo en 2017 y produce café donde se sustituye la cafeína por paraxantina (metabolito de la cafeína) dando la misma energía, pero sin los efectos de ansiedad de esta. Otra empresa de este fondo es Klim que guía a productores de maíz por medio de una App a tener una agricultura regenerativa que le permita aumentar rendimientos. Por otro lado, esta, Umaro Foods produce “tocino” hecho a base de algas rojas. En el norte de África y países árabes el fondo invirtió en Ratailo que es una empresa que vende frutas y verduras en línea para otros vendedores de mayoreo y supermercados. Y por supuesto también han invertido en México en la empresa Justo, que vende frutas, verduras y otros alimentos en línea, asegurando siempre frescura y calidad.
No me queda duda que, en Sinaloa, con la calidad de sus agricultores, con su ánimo emprendedor y con el apoyo de instituciones como el CIAD, podríamos tener una o varias empresas startups con alto potencial de crecer y revolucionar el sector. ¿Quién levanta la mano primero?